La dieta mediterránea, basada en el trigo, el viñedo, el olivo y la actividad física moderada es un ejemplo de sostenibilidad alimentaria, donde los hábitos alimentarios se centran en un consumo consciente y responsable y con los conceptos de temporalidad y proximidad como referentes a la hora de escoger los alimentos.
En nuestra tierra encontramos una gran variedad de frutas, verduras y hortalizas durante todo el año, con sabores y aromas excelentes, que nos permite disfrutar de estos alimentos en su mejor momento, convirtiéndonos en promotores de la dieta mediterránea, caracterizada principalmente por el consumo de verduras, legumbres, frutas, frutos secos, aceitunas, pan, pescado, carnes blancas, huevos, cereales, arroz, queso, yogures y aceite de oliva. Todo acompañado por una copita de vino y mucha agua.
La dieta mediterránea es reconocida por la comunidad científica internacional como un patrón alimentario sostenible y un estilo de vida de los más equilibrados y saludables del mundo, que promueve la ingesta dealimentos de temporada y de proximidad sumada a la idea de compartir la mesa, comer de forma pausada y practicar actividad física. Es una dieta que se basa en el respeto por el territorio y la biodiversidad, asegurando la conservación y desarrollo de las actividades y oficios tradicionales vinculados a las comunidades pesqueras y agrícolas del Mediterráneo.
Nuestra dieta mediterránea aporta beneficios para nuestra salud, pero también para la salud de nuestro planeta, contribuyendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Comparta y fomente los valores de la dieta mediterránea, sus productos y el estilo de vida saludable!
Montse Miranda
Salses Fruits S&P