Las altas temperaturas hacen que el cuerpo necesite más agua para hidratarse. Nuestro organismo nos pide frutas y verduras, frescas y de temporada, que favorezcan la digestión. Por eso es recomendable preparar comidas ligeras y refrescantes durante el verano. Desde ensaladas frescas y combinaciones de arroz hasta sopas frías y zumos naturales. La cocina de verano nos ofrece infinito de opciones y recetas. ¡Aprovechémoslo!
Con la llegada del verano nuestro cuerpo nos pide ingerir alimentos ligeros, refrescantes y nutritivos. De consumir alimentos frescos y saludables que nos proporcionen una buena hidratación y un correcto cuidado de nuestro sistema digestivo. Por suerte, la gastronomía mediterránea nos ofrece una gran variedad de frutas, verduras y hortalizas de temporada. Lo mejor es preparar platos fríos y de fácil elaboración como el gazpacho, la escalivada, la esqueixada, cremas y sopas frías, ensaladas, tortillas, etc. Opciones ligeras y sencillas que enriquecen nuestra mesa en esta época del año tan calurosa.
La fruta de temporada es una buena alternativa para consumir a todas horas. Es baja en calorías, contienen gran cantidad de agua y están compuestas por muchos nutrientes. Melón, sandía, melocotones, nectarinas, ciruelas o albaricoques. Todas ellas, bien frías, hacen que el calor se soporte mejor. Y si las combinamos con granizados, sorbetes, batidos, helados caseros o zumos naturales enriqueceremos nuestra dieta de forma sana y equilibrada.
Es evidente que el verano nos ofrece todo un mundo de posibilidades en la cocina, con recetas y platos refrescantes y nutritivos, que podemos disfrutar tanto para el almuerzo bajo el aire acondicionado como para cenar al aire libre con los amigos o familiares. Es momento de dejar volar la imaginación y llenar los platos de color y sabor.
¡Buen provecho y buen verano!
Eva Salvat,
Periodista