Su consumo va in crescendo y se está posicionando como el alimento del futuro por sus propiedades nutritivas. Son de fácil digestión y alto contenido en proteínas y ofrecen múltiples posibilidades en los fogones.
los legumbres son alimentos muy completos y por eso son el ingrediente básico de las cocinas tradicionales, como la dieta mediterránea. Son un superalimento de todos los tiempos cargados de propiedades nutritivas que aportan infinidad de beneficios para la salud. Dentro de este grupo encontramos los garbanzos, las lentejas, las judías, las alubias y otros como los guisantes, las habas o la soja. Los podemos encontrar frescos, secos, en conservas, en forma de harina o de otros productos, como pasta. Con las legumbres podemos preparar infinidades de recetas, tanto frías como calientes. Por ejemplo, un hummus o crema de garbanzos, una ensalada de lentejas, una sopa de lentejas y arroz o unos garbanzos con espinacas. Las posibilidades son infinitas.
La legumbre es el fruto característico de la familia de las leguminosas y es una fuente excelente de proteína, de origen vegetal, muy fácil de digerir y con pocas grasas saturadas. Además, no contiene gluten y su cultivo es sostenible. Esto le convierte en un producto al alza y un alimento de futuro, tanto por su calidad como fuente de proteína, como por su contribución a conceptos de sostenibilidad, ecología y vida saludable.
En los últimos años las legumbres han ganado terreno y están cada vez más presentes en nuestra alimentación. Si les acompañamos de cereales como el arroz haremos que sea una proteína rica en aminoácidos, de ahí que antes se le llame “carne de pobre”. También aportan fibra que ayuda en el tránsito intestinal, hidratos de carbono por dar sensación de saciedad, vitaminas y minerales. Por todo ello, es recomendable consumirlos en caso de diabetes, trastornos intestinales o para cuidar la microbiota intestinal.
El incremento del consumo de legumbres y la reducción del consumo de alimentos de origen animal puede suponer un importante ahorro en el presupuesto destinado a la alimentación. Además de ser alimentos muy completos nutricionalmente, también son muy económicos y tienen una huella ecológica poco relevante.
los legumbres son alimentos muy completos y por eso son el ingrediente básico de las cocinas tradicionales, como la dieta mediterránea. Son un superalimento de todos los tiempos cargados de propiedades nutritivas que aportan infinidad de beneficios para la salud. Dentro de este grupo encontramos los garbanzos, las lentejas, las judías, las alubias y otros como los guisantes, las habas o la soja. Los podemos encontrar frescos, secos, en conservas, en forma de harina o de otros productos, como pasta. Con las legumbres podemos preparar infinidades de recetas, tanto frías como calientes. Por ejemplo, un hummus o crema de garbanzos, una ensalada de lentejas, una sopa de lentejas y arroz o unos garbanzos con espinacas. Las posibilidades son infinitas.
La legumbre es el fruto característico de la familia de las leguminosas y es una fuente excelente de proteína, de origen vegetal, muy fácil de digerir y con pocas grasas saturadas. Además, no contiene gluten y su cultivo es sostenible. Esto le convierte en un producto al alza y un alimento de futuro, tanto por su calidad como fuente de proteína, como por su contribución a conceptos de sostenibilidad, ecología y vida saludable.
En los últimos años las legumbres han ganado terreno y están cada vez más presentes en nuestra alimentación. Si les acompañamos de cereales como el arroz haremos que sea una proteína rica en aminoácidos, de ahí que antes se le llame “carne de pobre”. También aportan fibra que ayuda en el tránsito intestinal, hidratos de carbono por dar sensación de saciedad, vitaminas y minerales. Por todo ello, es recomendable consumirlos en caso de diabetes, trastornos intestinales o para cuidar la microbiota intestinal.
El incremento del consumo de legumbres y la reducción del consumo de alimentos de origen animal puede suponer un importante ahorro en el presupuesto destinado a la alimentación. Además de ser alimentos muy completos nutricionalmente, también son muy económicos y tienen una huella ecológica poco relevante.
Eva Salvat
Periodista